AHORRO DE ENERGÍA | ¿Gastamos más energía si no reciclamos?

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El reciclaje es un proceso cuyo objetivo principal en el cuidado del medioambiente, pero incluso puede ayudar a tener un ahorro de energía. Se suele considerar que es un esfuerzo empresarial que incrementa costes y que se realiza, en mayor parte, en favor de terceros que se verán beneficiados por un ecosistema más limpio, pero también puede verse favorecida aquella empresa que decide llevarlo a cabo. Por ello, el reciclaje no solo se caracteriza por la generación de externalidades positivas sino por ser un proceso que contribuye tanto con los terceros como con su implementador.

La pregunta que se nos presenta es: ¿cómo puede beneficiar económicamente el reciclaje a aquella empresa que lo lleva a cabo?. A simple vista, parecería lo contrario ya que se tendrán que adaptar los procesos empresariales al proceso, lo que supondrá costes, pero la realidad es que el reciclaje puede contribuir a reducir el consumo de unos de los bienes más importantes en la industria: la energía.

La extracción directa de ciertas materias primas conlleva un elevado coste energético. Por ejemplo, reciclar aluminio puede implicar un ahorro de más del 90% de la energía que se utilizaría si se buscara obtener la misma cantidad de dicho metal a partir de su fuente primaria. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) de España afirma que con la energía necesaria para fabricar una sola lata de aluminio partiendo de la extracción del material virgen, se podría tener funcionando un televisor durante dos horas. Imaginemos el ahorro energético que se produciría si las miles de latas que se consumen día a día en un país provinieran de material reciclado.

A su vez, dado que el aluminio no es un material degradable, se puede llevar a cabo su proceso de reciclado de manera infinita. Por ende, al modificar el proceso de producción en en miras del reciclaje, no solo implica un coste operativo sino ahorro.

Así, los procesos de reciclaje permiten ahorrar energía a través de dos vías. Por un lado, el ahorro en razón de la ausencia de costes de extracción de materias primas vírgenes y, por el otro, el ahorro que proviene de producir a partir de materiales reutilizables. El reciclaje permite ir de una economía de producción lineal hacia una economía de producción circular en la que los bienes ya producidos vuelven a ser protagonistas, lo que genera incontables beneficios tanto para las generaciones presentes como para las generaciones futuras.

AMV Soluciones facilita la caracterización de chatarras para que más empresas puedan optar por utilizar las mismas sin ver afectada la calidad de su producto final o sus tiempos de producción. Estamos comprometidos tanto con el medioambiente como en la optimización de los procesos y recursos de las personas que confían en nosotros. ¡Te invitamos a conocernos!

Escrito por AMV Soluciones creadores de ALEA

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