Los siglos XX y XXI trajeron consigo una gran cuantía de avances tecnológicos que permitieron que los costes de producción disminuyan favoreciendo a que incremente la producción. Tanto las mejoras tecnológicas como la expansión de la producción conllevan la creación de nuevos puestos de trabajo y el aumento del bienestar social. A pesar de ello, no todo es perfecto. El conjunto de variables macroeconómicas no siempre va en la misma dirección sino que puede ir en direcciones inversas, es decir, existe la posibilidad de que algunos indicadores mejoren mientras otros empeoran al mismo tiempo.
La contracara del incremento de producción consiste en el aumento de la generación de residuos y del consumo de energía. Por ende, podríamos encontrarnos ante una inconsistencia dinámica, lo que significa que una situación puede ser favorable en la actualidad, pero perjudicial en el futuro. Los agentes actuales se ven claramente beneficiados en cuanto al bienestar, pero los agentes futuros podrían verse afectados por la contaminación. La industria metálica se caracteriza por ser transversal a toda la economía. Por consiguiente, es de las que más residuos genera y una mayor cantidad de energía consume. Se pueden observar algunos datos importantes a continuación.
1. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, en su informe “Benefits of Recycling Scrap Metal”, midió el porcentaje de ahorro de energía al producir con metales reciclados frente a la producción con materiales vírgenes. Por ejemplo, en el caso del aluminio y del cobre, se ahorra más de un 90% de energía mientras que, en el caso del acero, se ahorra más de un 50% de la misma. A su vez, al trabajar con metales reciclados, se utiliza un 40% menos de agua.
2. Según el informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “Recycling Rates of Metals: A Status Report”, luego de haber estudiado la tasa de reciclaje de 60 metales llegaron a las siguientes conclusiones.
a) 18/60 metales tienen una tasa de reciclaje superior al 50%. El acero se encuentra aquí.
b) 3/60 metales tienen una tasa de reciclaje que se encuentra entre el 25% y el 50%.
c) 3/60 metales tienen una tasa de reciclaje que se encuentra entre el 10% y el 25%.
d) 2/60 metales tienen una tasa de reciclaje que se encuentra entre el 1% y el 10%.
e) 34/60 metales tienen una tasa de reciclaje inferior al 1%. El litio se encuentra aquí.
Lo que permite inferir que aún hay mucho camino por recorrer en términos de reciclaje. Es verdad que hay un gran porcentaje que ya es reciclado, pero aún falta mucho por hacer.
3. Según la International Facility Management Association (IFMA), si observamos el volumen total de residuos reciclados en España, el 60% proviene de la industria metálica. Superando ampliamente a los sectores del papel/cartón (20%) y de la madera, vidrios y plásticos (20%).
La conclusión a la que arribamos es el reciclaje de materiales beneficia tanto al medioambiente como a la industria. El medioambiente se ve beneficiado tanto por el ahorro de energía como por la conservación de los recursos naturales, mientras que, la industria por los beneficios económicos producidos por la reducción de costes. Por ende, el reciclaje de metales nos permite resolver el conflicto de la inconsistencia dinámica planteado al principio del presente artículo. Sin dudas de que es posible mejorar el bienestar actual teniendo en cuenta el bienestar futuro. El reciclaje es el camino.